Bueno, he estado pensando que es importante ejercer la compasión y dirigir una mirada más sabia hacia nuestros oficiales de gobierno, incluso quizá hacia nuestros presidentes, primer ministros, reyes, etcetera. Si lo hacemos, podemos aprender a ver el lado positivo hasta en nuestros líderes políticos que a menudo son objetos de controversia.
Veo muchas cosas positivas en estas situaciones que por otra parte serían negativas. Por ejemplo, pienso que el hecho de que Trump haya torcido tantas reglas cuando era presidente nos muestra que tal vez tengamos que hacer algunos cambios en la democracia, o que la democracia quizá no del todo sea una democracia. ¿Me entendéis? Entonces, en esta situación hay algo que podría ser positivo. Nos ha logrado despertar aún más la consciencia de que necesitamos hacernos ver y decir “¡Ya basta!”
Entonces, para mí, desde mi perspectiva, creo que esto podría ser, posiblemente, el principio del fin de una democracia falsa, o, por lo menos, una mejora respecto a la anterior. Necesitamos una democracia menos hipócrita y más auténtica.
Por lo general, los verdaderos líderes deben respetar a todos los seres sensibles no solamente desde un punto de vista capitalista. Deben tener empatía y actuar en beneficio del pueblo. Esa es una verdadera líder.
El gobierno tiene el deber y la responsabilidad de proteger y servir e invertir en el desarrollo personal y la felicidad de sus ciudadanos. Debe invertir en su bienestar ideal y no dedicarse a la acumulación materialista, o a explotar a gente que está trabajando por tan poco dinero que no les alcanza ni para vivir. Muchas personas en el mundo cada día luchan por sobrivivir.
Una verdadera líder es alguien que sirve a su pueblo. Un verdadero líder es alguién que se sacrifica por el bien común. Esas personas son verdaderos líderes.
Hay mucho que aprender de todos. Incluso los malintencionados e egoístas disponen de cualidades buenas de las que se puede aprender. No quiere decir que por eso tengamos que idealizarlos o admirarlos.
Solo digo que, en la vida, es posible aprender de cualquier cosa. Puedes aprender quién no quieres ser. Puedes aprender quién quieres ser, cómo quieres ser, lo que no quieres hacer… todos esos aspectos…
La idea es que se puede aprender de todos y de todo. ¿Por qué no? Solo hace falta trabajar con esas opiniones que tenemos sobre Trump u otra persona desagradable y transformarlas en compasión.
Normalmente, los que hablan de yo, yo y yo son personas que sufren mucho. Sabemos a ciencia cierta que la gente egocéntrica sufre mucho.
Cuando tienes empatía, tienes presente los muchos otros aspectos de una persona.
Por ejemplo,… si expresas el odio, empleas palabras duras, das rienda suelta a tu enojo, o haces cosas parecidas, eres tú quien canaliza esa negatividad.
Si alguien te cae mal y empiezas a proyectar tus emociones negativas en esa persona, quien canaliza la negatividad no es la otra persona, sino tú misma. A la otra persona no le importa. Bueno, a menos que sí le importe lo que piensas. El hecho es que a casi todos solo nos importa lo que pensamos nosotros mismos.
¿Véis lo que quiero decir? Entonces, ¿por qué querrías canalizar ese tipo de vibración? ¿Por qué? ¿Para qué? No ganas nada.
Si quieres canalizar algo, canaliza tu compasión, comprensión, empatía, esperanza, y demás. Lo que quiero decir es que todos estamos sufriendo. Todos tenemos nuestros problemas. A todos nos va a tocar lidiar con nuestro propio karma.
No depende completamente de nosotros, pero podemos beneficiar enormemente a los demás si empezamos con nosotros mismos. Tenemos que lidiar con nosotros mismos.
Esa es una de las cosas. Es bastante fácil fijar la atención en los demás y juzgar. Cuando hacemos foco en otras personas y las juzgamos, significa que no sentimos la necesidad de enfocar en nosotros mismos ni juzgarnos.
Tan solo podemos juzgarnos a nosotros mismos. Aun así nos cuesta juzgarnos porque no nos conocemos.
A lo largo, es difícil saber cómo vamos a reaccionar en el futuro. Resulta que reacciono de cierta manera. En ese momento, me digo, “Oh, wow. Ok. ¿Por qué estoy reaccionando? ¿De qué forma estoy reaccionando?
Entonces, empiezo a investigar. Hasta ese momento, no sé cómo voy a reaccionar frente a lo que podría suceder en mi vida hasta que suceda. Entonces, ya ves, incluso en ese respecto no me conozco.
Por consecuente tenemos que ir más tranquilos. Debemos hacer foco en los verdaderos valores, en lo que nos va a ayudar; en lo que afectará nuestra vida de forma positiva.
Luego, todo lo demás, simplemente hay que soltarlo. No es importante.
Espero que veáis lo que quiero decir. Somos solo polvo de estrellas, temporalmente compuestos por polvo de estrellas. Así que no hay que darle tanta importancia.
Lo que sí importa es estar centrados, ser conscientes, retarnos y enfrentarnos, observar los mecanismos y tener la motivación y la intención correctas. ¿Lo véis? Esto nos llevará a la verdadera felicidad y mejorará nuestras vidas y aquellas de los que nos rodean a diario.
¡Muchísimas gracias! Big love!
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