La gente antes solía ser más sabia. La gente solía conocer la tierra. Sabían lo que cultivaban. Sabían lo que comían. Sabían sobre las estrellas. Sabían quiénes somos. Estamos perdiendo eso un poco.
Esa es una de las razones por las que quiero crear ecoaldeas, para que la gente pueda aprender. Para que la gente pueda aprender sobre la medicina tibetana. Para que la gente pueda aprender sobre la medicina ayurvédica. Para que puedan aprender sobre los tiempos durante el día según el ciclo del sol y el ciclo de la luna y todas estas cosas. Para que puedan aprender sobre diferentes artesanías. Para que puedan aprender sobre meditación. Puede haber diferentes talleres, incluyendo talleres de baile donde la gente puede aprender. Puede haber escuelas de permacultura y escuelas de nutrición y cursos de Alineamiento de Hábitos y todo lo que se os ocurra. Así es como estos campos pueden unirse e integrarse.
Eso no significa que queramos perder la tradición. La tradición es el tronco, la base, las raíces. La tradición está para que no nos perdamos. La tradición está para que no se convierta en un concepto descafeinado, cursi y new age. Debe permanecer de acuerdo con las enseñanzas del Buda, pero, por supuesto, las ramas están allí. Puedes ramificarte. Creo que eso es super importante. Especialmente, hoy, en el siglo XXI.
La fe solía ser un factor realmente importante. Antes, en el viejo sistema, en muchos sentidos, la fe era un ingrediente clave, ¡y funcionó! La gente tenía fe. La fe es uno de los mecanismos que funciona dentro de nosotros. Es un mecanismo único que las personas han descubierto y puesto en práctica. Se ofrece ese proceso de desarrollo de la fe para que podamos llegar a entendimientos y realizaciones.
Sin embargo, hoy, en el siglo 21, estas cosas como la fe, también podemos incluirlas, pero ya no es tan fácil. En el siglo XXI, las personas creemos solo el 50% de lo que vemos. No creemos nada que no vemos. Estamos plagados de información errónea que nos hace aún más inseguros sobre cuál es la verdad. Si no entendemos eso, entonces, es difícil llegar a todo el mundo.
Vemos que la gente está sufriendo. Muchas personas ni siquiera saben qué es el sufrimiento o que están sufriendo, entonces, ¿cómo podemos ayudarlos de manera efectiva a tener una vida verdaderamente satisfactoria? Creo que uno de nuestros propósitos humanos es tener una vida plena. La forma de tener una vida plena es realmente ayudar a otros comenzando por uno mismo. Ten un corazón cálido y dedica tu tiempo a mejorar como humano para que realmente podamos ser de utilidad.
No creo que seamos nativos en la tierra. Al menos, si somos nativos, no estamos actuando como nativos. Si te fijas en los animales, se adaptan a la tierra. Somos los únicos que no nos adaptamos. Queremos que todo lo demás se adapte a nosotros.
¿Por qué debería adaptarse todo a nosotros? ¿Por qué somos tan inflexibles como raza? Realmente no lo entiendo. Si estudias historia, lo verás. Comenzamos a adaptarnos bien, pero luego sucedió algo. No sé qué. Tal vez somos demasiado inteligentes. O tal vez demasiado tontos. No lo sé.
A veces, creo que los animales son súper inteligentes porque realmente no necesitan nada. Se adaptan muy bien. Eso es inteligencia de alguna manera.
No se trata de hacer aviones. No se trata de hacer grandes rascacielos, y luego derribarlos. Ya sabes, no se trata de eso. Se trata de cómo vives. Se trata de cómo es tu actitud hacia la vida. Se trata de cómo es tu actitud cuando te relacionas con las personas. Se trata de cómo es tu actitud cuando te relacionas contigo mismo. Una vez que tienes esa perspectiva, esa es la forma de vivir. Creo que hay lugar para las ecoaldeas en este mundo del siglo XXI.
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