Muchas veces nos encontramos en una situación que manejamos según más fácil nos parece en ese momento. Sin embargo, lo que hacemos es complicar las cosas mucho más.
Es así, por ejemplo, con las mentiras. A menudo, para salir de alguna situación, mentimos. Sabemos que al mentir estamos complicando todo mucho más que si solo hubiéramos dicho la verdad y soltado. Aun así, lo hacemos.
O tal vez son muchas las veces cuando sabemos que hemos actuado mal, pero no queremos disculparnos porque somos demasiado orgullosos. Sabemos que si no nos disculpamos, tendremos que llevar esa carga, por lo que nos sentiremos mal. Será un problema para nosotros en el futuro y, aún así, insistimos en no disculparnos porque… “No, él debería disculparse primero,” o lo que sea. La razón no importa, ¿ok? Nos atrincheramos en nuestra decisión. Permanecemos orgullosos. No soltamos.
Es por eso que el perdón es importante. ¿Véis lo que quiero decir? No se trata de perdonar a la otra persona. Perdonar te da la libertad de no tener que cargar con la responsabilidad del error cometido por la otra persona. Además, permites que la otra persona se perdone a sí misma. ¿Entendéis?
Cuando perdonas a alguien, entonces ellos pueden perdonarse a sí mismos. Por ejemplo, si cometes un error y la otra persona no te perdona, entonces, a veces, puede ser pesado incluso si te disculpas. ¿Entendéis lo que quiero decir sobre la energía que hay en este tipo de situación?
Por ejemplo, se convierte como en una bola energética. La llamo la bola de energía.
Pongamos este ejemplo de dos personas enojadas la una con la otra. Si yo le digo algo duro, recibirá la bola y creará con ella una gran bola de nieve al contestar con el ego acalorado. Así, de esta manera, esta oscura bola de energía solo va haciéndose más grande cada vez que nos la lanzamos el uno al otro. Incluso una minúscula bolita de nieve al rodar cuesta abajo va cogiendo tamaño hasta al final poder destruir una casa, ¿verdad? ¡Absolutamente! Se hace tan grande. Esta bola de energía emocional es un poco así.
Entonces, la pregunta es, una vez que estemos en esta situación acalorada, ¿cómo la neutralizamos?
Si tienes compasión, si tienes empatía, entonces vas a querer transformarla. Entonces, cuando veas a alguien hablando mal, gritando, infeliz, criticando, comprenderás que esto es un reflejo directo de su propio sufrimiento. Te das cuenta de que llevan dentro de sí mismos un gran conflicto.
De modo que esa es la primera razón por la que sentir empatía hacia esa persona. Debido a tu compasión, tu empatía, deseas transformar es bola energética. ¿Lo veis?
Entonces, es ahí donde hay que transformarlo. Cuando dicen algo duro, lo transformas. Lo neutralizas. Al responder, devuelves la bola con un aspecto diferente, con una vibración y una frecuencia diferente. De esa forma, se neutraliza. Entonces, de repente, ¡Bum! Ya no hay más negatividad. Esa bola de negatividad desaparece.
Por favor, hacédmelo saber si esto tiene sentido para vosotros.
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