A veces me preguntan qué recomiendo para relacionarse con personas que no saben nada sobre el budismo.
Quiero decir, por supuesto, en primer lugar, ya sea que hable con budistas o no budistas, si quieres ser útil, debes vivir tu vida dando el mejor ejemplo. Simplemente, quién eres debería ser una inspiración.
Si eres un ejemplo brillante de bondad amorosa, paciencia, gratitud, humildad y de iniciativa de ayudar a otros en las situaciones más estresantes, eso ya sería como: “Vaya, ¿qué tiene esa persona que yo no tengo?”
“Quiero saber por qué él o ella está tan feliz todo el tiempo”.
“¿Por qué él o ella está dando lo mejor de sí misma?”
Entonces, esa forma de ser va a generar curiosidad.
No puedes imponer tu percepción a alguien, “Oh, deberías hacer esto, y hacerlo así. Va a ser beneficioso para ti. Es bueno para ti. ¡Estoy tratando de ayudarte! “
Si entonces no te escuchan, te vas a enojar. “Tenía la intención de ayudarlos. No aprecian mi ayuda ”
¿Sabes de lo que hablo verdad? Sucede mucho esto. Me pasa a mi.
A veces me frustro con mi madre. Intento hablar con ella. Ella simplemente me devuelve todo lo que le digo hacia mi. Yo digo, “¿Qué estoy haciendo?” Me molesto. Al de un rato, entiendo el proceso de lo que acaba de ocurrir. Entonces, al final, ella me ayuda a ver esa parte de mí. Ella me ayuda a ver ese orgullo en mí.
Solo porque tengo la intención de ayudar, si la otra persona no lo aprecia, me duele. ¿Por qué? Si mi intención fuera realmente ayudar, no me afectaría si ellos no lo entendieran. Si mi intención fuera verdaderamente pura y no les importa lo que tengo que decir, yo seguiría siendo ecuánime, ¿verdad? Si mi intención fuese pura.
En realidad, mi intención no era solo ayudar. Mi intención era, también, quedar bien. Tengo la intención de sentirme bien conmigo mismo. Quería quedar como, “Oh, soy tan genial, tan importante. Estoy ayudando a las personas a mejorar sus vidas “.
Entonces, en ese caso, mi intención no es incondicional. No es pura. No es la motivación real, verdadera y altruista, ya sabes.
Hablar es bueno, pero creo que el ejemplo es realmente lo que ayuda a la gente. Entonces, si la gente te hace una pregunta, les puedes responder.
El hecho es que, muchas veces, la gente no quiere escucharte intentando ayudarles con tus palabras. Por supuesto, si piden ayuda, es diferente. A largo plazo, será mucho más productivo si eres un ejemplo vivo constante. De lo contrario, puedes frustrarte si intentas obligar a alguien a escuchar tus palabras.
Entonces, si alguien pide ayuda, sé simple. Habla con sencillez. Ve a lo básico. Todo el mundo quiere ser feliz.
Entonces, ¿cuál es la clave para ser feliz?
La gratitud es el primer paso.
El segundo paso es la compasión.
El tercer paso es la motivación. No estoy hablando de una motivación egoísta y egocéntrica. Hablo de altruismo.
Todo el mundo puede identificarse con estos tres. Ayudan mucho.
Si quieres ayudar a otros sin importar si son budistas o no, debes esforzarte por cultivar estas tres cualidades en tu mente para ser un ejemplo vivo. Puedes hacerlo. Lo sé.
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