Deberíamos hacer una breve meditación, meditación sobre la gratitud, sobre el agradecimiento por nuestro cuerpo. Porque cada día de nuestra vida, cada mañana cuando nos levantamos, es como un renacimiento y cada noche cuando nos vamos a dormir, al quedamos dormidos, es como una pequeña muerte. Entonces, cada día es un nuevo día, es una nueva vida, pero ¿alguna vez agradecemos a nuestro corazón por latir 24/7 desde la mañana en que somos concebidos? ¿Somos conscientes de eso?

El corazón siempre está ahí para nosotros. Está bombeando sangre toda nuestra vida. Y nosotros vamos aprendiendo. Cada momento de nuestra vida desde que nacemos, estamos aprendiendo y el día que morimos, todavía estamos aprendiendo el proceso de la muerte. Todos somos estudiantes. Somos estudiantes de la vida. Somos estudiantes del corazón, ¿verdad? Entonces, el corazón representa la vida. Representa el amor. Fuimos creados con amor y el amor está en todas partes. Eso es principalmente la creación de la existencia.

¿Somos conscientes de nuestros pulmones, de nuestros microorganismos, de que todas las células trabajan continuamente, siempre disponibles para nosotros? Ya sea que tratemos bien nuestro cuerpo o lo maltratemos, siempre están ahí, el cuerpo siempre está disponible para nosotros, trabajando incansablemente. Entonces, tomemos un poco de tiempo, un corto período de tiempo para meditar en el agradecimiento hacia nuestro cuerpo por poder hacer posible esta realidad, esta experiencia de la vida, que sin el cuerpo sería muy diferente.

Comencemos a respirar y vamos a inspirar, no solo por la nariz, no así, sino desde aquí abajo, desde la garganta, un tipo de respiración más profunda, respiración profunda. Luego, de la misma manera. ¿No es relajante? Es muy relajante. No de la nariz así como así, no es una respiración superficial. No este, el otro, ¿OK?

Ahora solo tómate un tiempo libre. Tratemos de calmar un poco la mente, intente prolongar la sensación de calmar la mente. Tomamos el control. La mente aún no tiene el control y ponemos la mente a trabajar para pensar en lo agradecidos que estamos por cada momento de nuestra vida, cada situación que ha sido útil para nuestro aprendizaje, incluso las cosas malas, las cosas buenas, las difíciles, las fáciles, cada comida que hemos comido, cada respiración que hemos tomado. Gracias a la ropa que llevamos puesta, la calidez que tenemos en este momento, la compañía que tenemos, la comida que tenemos en el estómago y la energía que corre por nuestras venas, el potencial de ser quiénes somos y lo que podemos hacer, la positividad de nuestra vida, y el resultado de ser conscientes de todo esto, la belleza de la vida.

¿No sienta bien?