En el budismo, en el Dharma, se hablar de no centrarnos en uno mismo. Se habla acerca de la mente no egoísta. Debido a que estamos muy acostumbrados a centrarnos en nosotros mismos, a tener este punto de vista egoísta del que no nos damos cuenta ahora, nos causa mucho sufrimiento. A la larga, causa mucho sufrimiento.
Y no queremos sufrir, ¿verdad? Quiero decir, ¿quién quiere sufrir? Tal vez algún masoquista, pero su sufrimiento sigue siendo placer, así que no es realmente sufrimiento, ¿verdad? Es un tipo diferente de concepto de sufrimiento. Entonces, ni siquiera creo que un masoquista quiera sufrir porque su sufrimiento es diferente al nuestro. Pero aún así sigue siendo la misma idea de dolor o felicidad.
Entonces, nadie realmente quiere sufrir, pero ponemos las condiciones para sufrir todo el tiempo. Es un poco como el ejemplo, me gusta el ejemplo, ¿alguien conoce a Pema Chodron? Fui a una de sus charlas, y la encontré muy interesante, muy útil. Y ella hablaba de un ejemplo sobre los monos en la India; cómo capturan a los monos en India, las trampas para monos. ¿Sabeis cómo capturan a los monos en la India? Es muy interesante.
Tienen unos cocos con un agujero adentro y ponen dulces o golosinas dentro. El agujero es lo suficientemente grande como para que puedan meter la mano. Pero una vez que agarran los dulces y hacen un puño, ya no pueden sacarla. O sea que, están agarrando el caramelo; realmente creen que pueden escapar con los dulces. Y cuando vienen los cazadores, temen por su vida. Algunos de ellos incluso tienen dos cocos en sus manos, dos dulces; algunos solo un caramelo, algunos dos dulces. Más avaricioso todavía, ¿verdad?
Y piensan que pueden escapar con los dos dulces, realmente creen eso. Y no los sueltan. No creo que ninguno de los monos suelte los dulces, literalmente. Y tratan de correr e intentan trepar a los árboles, pero no pueden porque no pueden utilizar sus manos. Tal vez incluso algunos tengan cuatro dulces, no lo sé.
Entonces, los cazadores van y capturan a los monos. Y los monos pasan el resto de sus vidas en manos de los cazadores, tal vez en el circo o se los comen. No lo sé, pero de cualquier manera lo pasan muy mal. Esto se debe a que pensaron que realmente podrían salirse con la suya, y no querían soltar los dulces, porque si soltaban el dulce entonces podrían sacar la mano y escapar.
Entonces, esto es como una metáfora del samsara. OK.
El concepto de samsara según el Dharma o el budismo o las enseñanzas del Buda, es la rueda de la vida. Es una historia interminable, donde no podemos escapar del sufrimiento y el ciclo de nacer, morir y renacer de nuevo. Siempre atascado en esta dualidad, estos conceptos del yo, apego, miedo, miseria, sufrimiento. Y de alguna manera, estamos atrapados ahí en la vida después de la vida, y a veces incluso retrocedemos. Involucionamos, entonces creamos la causa para renacer como seres sintientes que crean más karma negativo.
Entonces, volviendo al samsara. Estamos atrapados en el samsara también a través del karma y las vidas. Y una de las razones por las que estamos atrapados en el samsara es por el apego, ¿verdad? El ejemplo del mono es muy bueno porque es una metáfora de ese concepto. Podemos soltar el apego, podemos soltarlo, pero no queremos hacerlo. Es muy jugoso. Conocemos el placer o la felicidad, el concepto de felicidad, que es temporal, no es estable.
Quiero decir, si la felicidad realmente fuera estable, si realmente existiera de la manera en que nosotros creemos, sería un estado mental. Siempre seríamos felices. Pero normalmente vamos arriba y abajo, arriba y abajo. En cierto modo, lo hace más interesante tal vez, pero al mismo tiempo, lo hace muy difícil. Pero también, gracias a eso, nos hace pensar y desear ser libres del samsara, por ejemplo, no como los dioses.
Hay muchos tipos diferentes de dioses, los reinos de los dioses. Algunos dioses viven hasta diez mil años. Estas son las teorías, pero dicen que algunos dioses viven hasta diez mil años, en otra dimensión, en otro lugar. O sea que, cuando creas cierto karma, creas la causa de renacer como un dios, lo que no significa necesariamente que sea algo bueno. Quiero decir, por supuesto, vives por diez mil años sin enfermedad, sin sufrimiento, placer total todos los días, todo el tiempo, solo disfrutando, buenos olores, buena comida, buenas vistas, placer físico, todo, increíble todo el tiempo, durante diez mil años.
La cosa es que al final de los diez mil años; porque tienen exactamente diez mil años, dependiendo del nivel de los dioses, algunos tienen menos y otros tienen más. Pero en ese reino, serían diez mil años. Es solo un ejemplo que estoy usando. Al final de esos diez mil años, digamos que los últimos dos meses de su vida útil, su cuerpo comienza a oler un poco.
Entonces, los otros dioses lo huelen. Y, de alguna manera, no quieren reconocerlo; que ellos también son impermanentes y que un día también morirán y su vida terminará. Así que, deciden ignorar a esos dioses, a los que comienzan a oler un poco, los ignoran. Entonces, se convierten en una especie de marginados; nadie quiere hablar con ellos, nadie quiere mirarlos, ya no existen. Así que, los últimos meses o años, no estoy seguro, los viven en solitario.
Y como son dioses, pueden ver sus vidas futuras y también tienen ciertas realizaciones. Entonces, después de diez mil años igual ven que han gastado todo su buen karma. Es como tener dinero en el banco, y después de gastarte todo, cuando te quedan los últimos euros o dólares, y dices: “Bien, ¿qué voy a hacer ahora? Voy a tener que empezar a trabajar de nuevo “.
En ese caso, tal vez verán que van a renacer como cerdos o verán a una familia de cerdos viviendo en un basurero, lleno de barro, en condiciones sucias. El tipo de sufrimiento que tienen, la ignorancia, la codicia y el apego es tan fuerte. Ya sabes, algunos cerdos no ven el cielo hasta que mueren. El dicho tibetano es: “No seas como un cerdo, que solo ves el cielo cuando mueres”. Lo cual es cierto a veces porque los cerdos siempre miran al suelo buscando comida, ¿verdad? Entonces, realmente nunca miran hacia arriba. Si lo hicieran, verían el cielo y dirían: “Guau, eso es increíble”.
De todos modos, estos dioses que están muriendo, la cantidad de sufrimiento que tienen en ese momento es tan grande, porque tienen la capacidad de ver su vida futura y tienen el conocimiento para comprender que gastaron su buen karma. Disfruté mucho, y ahora es tiempo de sufrir.
Entonces, su sufrimiento es tan grande. Y entonces es cuando llega el arrepentimiento: “Oh, no practiqué Dharma. No creé las condiciones para que una vida futura tuviera el potencial o la posibilidad de poder practicar Dharma o crear una buena causa, ayudando otras personas”, ¿sabes?
Los humanos tenemos ese potencial, esa oportunidad, porque sufrimos. O sea que, es bueno, podemos usar el sufrimiento para tomar la decisión de decir: “Oh, quiero hacer algo al respecto”.
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